Los defectos que afectan la habitabilidad de las viviendas, son los daños que recoge la LOE que aminoran las condiciones aceptables de salubridad y estanqueidad; que exista en las viviendas protección contra el ruido, ahorro de energía y aislamiento térmico, y cualquier otro aspecto funcional de los elementos constructivos o de las instalaciones que permitan un uso satisfactorio del edificio.
En concreto, el apartado c) del artículo 3 de la LOE establece como requisitos básicos de la edificación, los relativos a la habitabilidad:
c.1) Higiene, salud y protección del medio ambiente, de tal forma que se alcancen condiciones aceptables de salubridad y estanqueidad en el ambiente interior del edificio y que éste no deteriore el medio ambiente en su entorno inmediato, garantizando una adecuada gestión de toda clase de residuos.
c.2) Protección contra el ruido, de tal forma que el ruido percibido no ponga en peligro la salud de las personas y les permita realizar satisfactoriamente sus actividades.
c.3) Ahorro de energía y aislamiento térmico, de tal forma que se consiga un uso racional de la energía necesaria para la adecuada utilización del edificio.
c.4) Otros aspectos funcionales de los elementos constructivos o de las instalaciones que permitan un uso satisfactorio del edificio.
Defectos en viviendas por daños de habitabilidad
Los daños de habitabilidad disminuyen la calidad de vida del lugar en que habitamos. Una vivienda de nueva construcción tiene que ofrecernos exactamente lo que compramos, no nos podemos conformar o resignar a que tenga inherentes una serie de defectos, que nunca pueden ser justificados como “normales”. Con habitabilidad no basta con entender literalmente “que se pueda habitar”, sino que significa que se pueda habitar adecuadamente con unos mínimos requisitos de confort. Así, se podrían enumerar una serie de daños que en todo caso son reclamables: humedades, fisuras, malos olores, ruidos (por mal aislamiento acústico) ,filtración de aire, problemas en acceso y funcionalidad de los garajes etc..
Lo que hay que hacer es, previo encargo de un informe pericial, y una vez determinada la causa de los daños y la posible responsabilidad, requerir al arquitecto, aparejador, constructora o promotora de la edificación para que respondan, según su responsabilidad, dentro del plazo de garantía que nos concede la Ley de Ordenación de la Edificación.
HUMEDADES, MALOS OLORES, RUIDOS, AISLAMIENTOS
Daños de habitabilidad en viviendas
Los peritos arquitectos de Dpcon S.L. pueden comprobar el estado y calidad de las viviendas, realizando un exhaustivo informe pericial, constatando si cumplen o no estos requisitos de habitabilidad, funcionalidad y accesibilidad. Y nuestro departamento jurídico, si se incumplen estos requisitos, se encargará de reclamar estos defectos constructivos a los responsables.
Para que Vds puedan ver cumplidas sus legítimas expectativas de disfrutar, adecuadamente de sus viviendas, de su hogar, y no tener que soportar humedades, viviendas frías o con malos olores. Garantizamos de tal modo la reclamación de daños estructurales y en los acabados tanto de viviendas como en edificios.
El propietario tiene derecho a que las deficiencias, daños y defectos de su vivienda, sean indemnizables. No tiene por qué conformarse con una vivienda agrietada, con humedades, malos olores, ruidos, o un deficiente aislamiento térmico. Con la actual regulación legal, todos esos problemas son reclamables e indemnizables.
Daños de habitabilidad en edificios
Un edificio, o una comunidad de propietarios de nueva construcción tiene que ajustarse a los requisitos básicos de habitabilidad, cumpliendo las normas mínimas de higiene, salud y protección del medio ambiente, (gestionando adecuadamente todo tipo de residuos) que se cumplan los requisitos mínimos de protección frente al ruido (que no se oiga lo que hace el vecino de al lado) , y las medidas adecuadas de ahorro de energía y aislamiento térmico.
Los daños de habitabilidad, no suelen detectarse recien entregados los inmuebles, sino que se advierten habitando las viviendas y al cabo del tiempo. Con la llegada del invierno, por ejemplo, se pueden detectar humedades de condensación en las paredes, pérdida de calor en las habitaciones, problemas con las instalaciones, falta de aislamiento acústico etc.. Al principio pueden no ser muy molestas, pero al cabo del tiempo realmente pueden ser muy problemáticas, perjudicando el confort de nuestro hogar y menoscabando la habitabilidad de las mismas. Por eso es importante no dejarlas pasar y llamar a un perito especialista en patologías para que realice un informe pericial, recoja todos los defectos de habitabilidad detectados, haga una propuesta de reparación y una valoración económica para reclamar a los responsables.
Si tiene algún problema, consúltenos.
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