Índice qué hacer con un asiento diferencial

 

¿Qué es lo que puede pasar?

¿Cómo se produce el asiento diferencial?

¿Y qué sucede entonces?

La solución a los asientos diferenciales

 Mi casa cruje y tiene grietas. 

No queremos ser alarmistas, pero habiendo analizado durante muchos años multitud de viviendas con patologías y estudiados sus antecedentes, cuando un propietario de una vivienda unifamiliar nos refiere que escucha que su vivienda “cruje”, y que tiene importantes grietas, debe preocuparse.

¿Qué es lo que puede pasar?

Un asiento diferencial que se manifieste de tal manera, siendo notorio su movimiento (casi de un día para otro) crujiendo sonoramente y originando grietas, es  casi previo a lo peor que le puede pasar en su casa, por su peligrosidad como por el coste de reparación.

Lo peor que puede suceder es que colapse el inmueble  y se venga abajo. Esto es una realidad constatada no con mucha frecuencia, pero sí existente y real, que hemos visto suceder en alguna ocasión, en nuestra carrera profesional.

En efecto, dentro de todas las patologías que puede tener una construcción, está la peor, que es la aparición de grietas (no fisuritas) en ésta, porque aparezcan  “asientos diferenciales”.

¿Cómo se produce el asiento diferencial?

Empecemos desde el principio. Una casa debe tener  cimientos proporcionados al peso que va a resistir y adecuados a la morfología del terreno y edificación. 

Los cimientos, -ya sean zapatas, pilotes, muros de carga o losa armada-,  tienen que garantizar y ser calculados para aguantar el peso de la edificación, en situación de estabilidad y horizontalidad.    

 Naturalmente la cimentación a su vez, para que no bascule o se desequilibre, ha de apoyarse en un terreno uniforme, resistente y duro, o roca que sea firme, pues si no es así uno de los  puntos donde opera la resistencia de la cimentación puede fallar y sucede como si una de las cuatro patas de una silla,  carece de apoyo o base por la existencia de un desnivel y entonces se desequilibra la silla al estar en tres patas, y el que la ocupa se puede caer, o romperse la silla, pues la silla ni la casa están   diseñadas para soportar el peso con sólo tres patas.

Esto, -la consecuencia- se llama en patología de la construcción un asiento diferencial , y es un grave daño estructural.

¿Y qué sucede entonces?

 que al no apoyarse el peso de la casa de igual forma en la cimentación y en el terreno, de forma uniforme, pues aparecen unas grietas, normalmente en forma de escalera, como haciendo zig-zag.

Las anchuras de las grietas nos van a indicar  la intensidad del asiento (a mayor anchura de éstas, mayor ha sido el asiento), así como el trazado en zigzag u oblicuo su importancia, y la perpendicular a la línea que marca la grieta, nos indica o señala donde se encuentra el empuje , desde dónde se está sufriendo el asiento. 

La solución a los asientos diferenciales.

 La solución pasa por  inyectar en la parte inferior de la cimentación que se ha quedado al aire resinas, u otra fórmula para “calzar” la parte de la cimentación que ha quedado al aire, o incluso y dependiendo de lo que estime el Arquitecto a la vista de los planos de la casa,  desde luego realizar un informe  geotécnico, poner pilotes que lleguen al firme, y que los enlacen con las zapatas de la cimentación, o resinas inyectadas al terreno. Y así, si el trabajo lo hacen unos profesionales con experiencia es probable y  posible que se solucione el problema.    

Por ello les recomendamos encarecidamente que si es su caso se ponga en contacto con profesionales.

DPcon Reclamación Daños Constructivos.